Previsiones de WindGurú: ¡¡¡$@zrtppzzzz!!!!
Empieza a molestarme un poquito el tema de las previsiones del tiempo de WindGuru. Para este fin de semana la previsión era el sábado de 15-21 nudos y para el domingo de 12-15 nudos. Podría dar mi opinión acerca de dichas predicciones, peroentonces seguramente este blog pasaría a alguna lista negra de internet por culpa del uso del llamado “lenguaje inapropiado”, osea, lo que toda la vida se ha llamado “bajar
santos”.
Dado que la previsión era bastante aceptable para navegar con mi pumita, un amigo me pidió si lo podía llevar a él y a su hija a dar un paseo en barco, y estos estaban en San Vicente pensé en llevar el barco una noche para allí y sacarle algo de provecho al ser socio de dicho Club y hacer uso del precio reducido para socios.
Salí de Sanxenxo con destino a San Vicente do Mar sobre las 12 del mediodía. El rumbo inicial era W con viento del NW, osea, un cómodo través. Dentro de la Ría de Pontevedra el mar tranquilo, el viento más o menos constante, con alguna racha al pasar por la bocana de Portonovo y por Canelas; lo normal vamos.
Al salir de la Ría: nortazo de padre y señor mío. Pero no dentro de lo previsto, de 15-21 nada de nada, aquello no bajaba de los 30. Ante la perspectiva de 3 horas ciñendo con un rizo, dando pantocazos y atacao del los nervios, me dio por arriar, encender el motor. He de decir que la razón de dicha decisión fue el haberse acostado a altas horas el día anterior, por lo que uno no estaba fresco del todo para alegrías.
Al día siguiente, a la vuelta, fue cuando las diferencias con la previsión fueron bestiales. Por momentos tuve rachas de 30, un mar de viento de costado de más de un metro, de esos que hacen la travesía incómoda del todo, por lo que tuve que alternar la ceñida para tomar las olas por la amura de estribor, con popas cerradas en orejas de burro y empujado por las olas. Finalmente, tras entrar de nuevo en la Ría de Pontevedra todo se tranquilizó (la ría es mi amiga) y pude mojarme algo por lo menos.
En resumen: predicho para el sábado: 15-21, observado: 20-30 nudos. Predicho para el domingo 12-15 nudos, observado, bueno, más bien sufrido: 20-30 nudos. Muy bien, hurra por WindGurú. Dejo aquí mis recorridos a modo informativo:
Lo bueno de los días largos
Lo bueno de que haya llegado por fin la primavera y que los días sean largos, es que al salir de trabajar, uno puede hacer este tipo de cosas:
El recorrido que dio tiempo hacer no es que fuera excesivamente largo, pero desde luego me sirvió para matar el gusanillo.
Dedicado a “mi fan”, al que tanto le gusta ver desde la lejanía fotos de la Ría de Pontevedra: ¡Va por usted!
¿Y ahora qué?
En esta tesitura me encuentro: ¿Y ahora qué? Llevo todo el invierno haciéndole cositas a la amante; no me interprete mal el suspicaz lector, no hablo de nada reprobable. El perspicaz lector que es usted sabe que me refiero a mi amado barco: la amante es la Peregrina.
Como decía, llevo todo el invierno haciéndole pequeñas reparaciones y mejoras al barco, y la verdad es que se me están acabando, lo que queda por hacer requiere ya sacar el barco a tierra, gastar pasta, que en este momento no quiero, o que vengan varios días buenos, bueno, o al menos uno bueno para una de las cosas.
¿Qué me queda por hacer? Pues enumeremos:
- Tratar la madera de la regala: La idea es darle lasur, que queda muy bien, y renovar el sellado con sika. Recientemente le di aceite de teca y no duró nada.
- Desmontar metacrilatos de estribor para sellarlos adecuadamente y que dejen de gotear por dentro.
- Restaurar los marcos de madera interiores (para esto necesito ayuda, y mucha).
- Pulir los metacrilatos con limpiametales.
- Instalar la segunda batería de una puñetera vez.
- Vaciar el depósito para llenarlo de nuevo y tratar el agua con lejia o cloro para que pueda permanecer almacenada algún tiempo.
- Cambiar aceite al motor.
- Dar patente
- Pulir obra muerta
- Sellar grifos de fondo
Mirar al mar a los ojos
Un sábado de agosto en pleno mayo
Dado que el viento era más bien nulo, ni nos molestamos en quitar la funda a la mayor o desenrollar las escotas de los winches. Encendimos el motor y arreamos. En un principio la tripulación proponía ir al medio de la ría y quedarnos a la deriva, pero la verdad es que a mi eso no me convencía demasiado y además, ya tenía pensado ir a un sitio en concreto. Nuestro destino era uno de esos sitios dentro de la ría que estarían en el top 5 de los mejores sitios donde fondear, y que por desgracia está también el el top 5 de los sitios más conocidos de la ría. No voy a decir el nombre del sitio, porque no tengo el menor interés en que se sepa, aunque con una simple foto colgada en el facebook ya hubo quien lo identificó.
Fondeamos en el no mencionado sitio y mientras manteníamos una animada charla nos tomamos unas buenas birras, ya fresquitas, y nos comimos los “bocadillos de jamón asado con queso para llevar y que vayan bien de salsa” y tras eso, preparé a mis “grumetes” unos buenos gin-tónic “tamaño cadete” para que disfrutaran de postre. Durante la comida llegó una motora que iba a reunirse con otra que ya estaba fondeada cerca nuestra y al ir a abarloarse se dieron una castaña de padre y señor mío; no sé si hubo muchos daños, pero sonar, sonó, y bastante. Pasado un rato de animada charla me di cuenta de que a mí, el tema de la vela me gusta más que a ellos, pues tras comer me di cuenta de que se había levantado una hermosa brisa, y me “ardía el culo” por izar las velas.
