Seis de los ocho clubes de la Ría de Pontevedra se han puesto de acuerdo para organizar algo que ya existía hace tiempo en otras rías, como la de Arosa por ejemplo, y que incomprensiblemente no existía en la mencionada ría. Además, se contempla la formación de clases para aquellos barcos que no son barcos competitivos en regata, ya sea por su edad o por su tamaño, como son los barcos de más de 25 años o esloras inferiores a los 23 pies.

Hasta ahora, era el Real Club de Mar de Aguete, el que mantenía el tipo durante los meses invernales siendo el que más regatas organizaba con diferencia; el Peregrina participó en todas las que se organizaron entre Diciembre de 2012 y Abril de 2014, gracias a una iniciativa del mencionado club a través de la figura de su presidente, con el que en más de una ocasión he tenido la oportunidad de conversar acerca de la necesidad de incluir los barcos “veteranos” y pequeños en las regatas pues si uno mira en nuestros puertos, conforman una gran parte del total de la flota que en ellos se amarra.
La verdad, es que tener el barco en dique seco es una buena faena, sobretodo ahora que existe la posibilidad de competir contra más barcos de tamaño similar al mío, pero gracias a la “caridad” de uno de los tripulantes habituales del Peregrina en regata, vamos a participar en el suyo, que curiosamente es exáctamente igual al mío, bueno, exáctamente no, el suyo tiene palo.
El proceso de inscripción en la regata no ha estado falto de polémica, pues se ha denegado la inscripción de una embarcación en la misma, por culpa de “no cumplir con las normas de publicidad de la ISAF (regla 20)”, siempre según el comité organizador; tema en el que no quiero entrar; esperemos que dicho suceso no empañe el éxito de la regata y la magnífica oportunidad que supone para la promoción de este deporte en nuestras aguas.