La tarde del viernes tras mi frustrada instalación de los escoteros, una vez ya en casa, tiré de whatsapp para pedir consejo de qué hacer para instalarlos. Como siempre que uno pregunta en un grupo de whatsapp, hubo respuestas de todo tipo: Continuar leyendo “Operación Escoteros (II)”
Operación Escoteros (I)
Primer intento: fracaso total
El pasado viernes por la tarde, con toda la ilusión del mundo me personé en el barco con mis flamantes nuevos escoteros. La primera medida, y conociendome, considero que muy acertada, fue atar cada uno de los escoteros con un cabito a una cornamusa y de esa manera evitar que me cayeran y se fueran al santuario de objetos metálicos que una y otra vez insisto en crear bajo el barco. Continuar leyendo “Operación Escoteros (I)”
Primeros pasos: pedir consejo y presupuestos
Me encuentro en un estado de depre total. El pasado día 13 rompí el palo del barco y ahora tengo dos palos de 4 mts. con el punto de rotura todo retorcido y un enrollador que tampoco sirve para nada. Por suerte, pude salvar génova, mayor, dirzas, etc.
Ahora tengo que tomar una decisión: dado que soy un armador perrillas, si aparezco en casa con un presupuesto de nuevo palo de entre 2000 y 3000 euros mi mujer me echa de casa. En estos momentos no me viene bien comprar un palo (tenemos obras pendientes en casa) Por esto os pido consejo: ¿qué hago?
- Vender lo que me queda: motor, casco, velas, emisora, piloto automático, etc. por separado o conjuntamente para recuperar la mayor cantidad de dinero posible con vistas a hacerme con otro barco.
- Sacar el barco, llevarlo a la finca de casa y currarme un pelado de casco y un “maqueado” del barco completo mientras ahorro para un palo nuevo
Si a alguno se os ocurre alguna otra opción por favor: ¡ilustradme!
Fin del relato de la “desfeita”

Arbolar, trimar y probar
Estay nuevo por fin
El problema que motivó el desarbolado fue el que el bulón no había quien lo sacara con el palo arbolado, así que atamos el tope del palo a la grúa, soltamos toda la jarcia y sacamos el palo. Las cosas parecía que no había manera de que acabaran de arreglarse. Posamos el palo sobre unos caballetes adquiridos para la ocasión (¡5,50 cada uno de los dos caballetes de mierda de madera de pino, por cierto!). Sacar el bulón no fue nada fácil, sólo con el uso abundante de un aceite “aflojalotodo” de esos, y con un tiempo de espera largo, al final conseguí desplazar el bulón a golpes lo suficiente como para que entrara la gaza del estay en su posición.
El palo estaba apoyado sobre los caballetes en la zona de marina seca del puerto de Portonovo, y tras hablar con uno de los marineros, este me aconsejó que no lo dejara allí el fin de semana, al parecer el vandalismo y el botellón campan a sus anchas por aquella zona. Al final, me ofrecieron guardar el palo en el almacén que tienen ellos allí, y allí quedó. ¡Arbolaríamos al día siguiente! Ya quedaba menos para navegar de nuevo.