Lo bueno de los días largos
Lo bueno de que haya llegado por fin la primavera y que los días sean largos, es que al salir de trabajar, uno puede hacer este tipo de cosas:
El recorrido que dio tiempo hacer no es que fuera excesivamente largo, pero desde luego me sirvió para matar el gusanillo.
Dedicado a “mi fan”, al que tanto le gusta ver desde la lejanía fotos de la Ría de Pontevedra: ¡Va por usted!