En esta tesitura me encuentro: ¿Y ahora qué? Llevo todo el invierno haciéndole cositas a la amante; no me interprete mal el suspicaz lector, no hablo de nada reprobable. El perspicaz lector que es usted sabe que me refiero a mi amado barco: la amante es la Peregrina.
Como decía, llevo todo el invierno haciéndole pequeñas reparaciones y mejoras al barco, y la verdad es que se me están acabando, lo que queda por hacer requiere ya sacar el barco a tierra, gastar pasta, que en este momento no quiero, o que vengan varios días buenos, bueno, o al menos uno bueno para una de las cosas.
¿Qué me queda por hacer? Pues enumeremos:
- Tratar la madera de la regala: La idea es darle lasur, que queda muy bien, y renovar el sellado con sika. Recientemente le di aceite de teca y no duró nada.
- Desmontar metacrilatos de estribor para sellarlos adecuadamente y que dejen de gotear por dentro.
- Restaurar los marcos de madera interiores (para esto necesito ayuda, y mucha).
- Pulir los metacrilatos con limpiametales.
- Instalar la segunda batería de una puñetera vez.
- Vaciar el depósito para llenarlo de nuevo y tratar el agua con lejia o cloro para que pueda permanecer almacenada algún tiempo.
- Cambiar aceite al motor.
- Dar patente
- Pulir obra muerta
- Sellar grifos de fondo
Jo, yo que pensaba que no quedaba casi nada por hacer, y los puntos 5 y 6 los puedo hacer aunque llueva; pensándolo mejor: es un coñazo supremo hacerlo con lluvia, casi voy a mirar la previsión de tiempo y si no se desmadra, ni el viento, ni el mar, prefiero salir a navegar con lluvia.